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El pescado siempre ha sido promocionado como un alimento saludable, pero cuando se trata del salmón de piscifactoría de hoy, los expertos dicen que la descripción no podría estar más lejos de la verdad.
Durante la realización del documental, “Fillet-Oh-Fish”, del director Nicolas Daniels, una investigación entre los fiordos noruegos que contienen granjas de salmón encontró una capa de desechos de aproximadamente 15 metros de altura, que consiste en bacterias, drogas y pesticidas. Y como las granjas marinas están situadas en mar abierto, es imposible contener la contaminación.
Según el Dr. Joseph Mercola, «las pesquerías de hoy se enfrentan a una serie de problemas graves, desde la pesca excesiva a la contaminación química y la mutación genética de las exposiciones tóxicas».
Se ha comprobado que el salmón de cultivo es cinco veces más tóxico que cualquier otro producto alimenticio probado. De hecho, el activista ambiental noruego Kurt Oddekalv afirma que el salmón de cultivo de hoy es uno de los alimentos más tóxicos del mundo, y agrega que el cultivo del salmón es «un desastre tanto para el medio ambiente como para la salud humana».
“No recomiendo a mujeres embarazadas, niños o jóvenes que coman salmón cultivado. Es incierto tanto la cantidad de toxinas que contiene el salmón como la forma en que estos medicamentos afectan a niños, adolescentes y mujeres embarazadas «, dijo la Dra. Anne-Lise Birch Monsen, bióloga de la Universidad de Bergen en Noruega.
Agrega que los contaminantes detectados en el salmón de piscifactoría tienen un efecto negativo en el desarrollo cerebral, están asociados con el autismo y afectan a otros sistemas de órganos en el sistema inmunológico y el metabolismo del cuerpo.
Además, según Living Tradicionalmente , comer más de una comida de salmón criado en granjas en un mes puede aumentar su riesgo de desarrollar cáncer en el futuro debido a los químicos que causan cáncer y los altos niveles de dioxinas que contiene. También se dice que proporciona a su cuerpo niveles más altos de inflamación, lo que conduce a muchas enfermedades, como el cáncer, la diabetes, la artritis, la enfermedad de las arterias coronarias y el Alzheimer.
Ahora, más que nunca, es increíblemente importante no solo tener en cuenta lo que comemos, sino saber de dónde viene exactamente y qué contiene. Nuestra salud y nuestras vidas dependen de ello.
